"Hagan crecer la acción, el pensamiento y los deseos por proliferación, yuxtaposición y disyunción, más que por subdivisión y jerarquización piramidal. Suelten las amarras de las viejas categorías de lo negativo (el limite, la falta, la carencia) que el pensamiento occidental ha sacralizado durante tanto tiempo en tanto que formas de poder y modos de acceso a la realidad. Prefieran lo que es positivo y múltiple, la diferencia a la uniformidad, los grupos a las unidades, las articulaciones móviles a los sistemas rígidos. Consideren que lo que es productivo no es sedentario, sino nómada" Michel Foucault, 1968.

lunes, 22 de marzo de 2010

Memoria, verdad y el nombre del padre.





En estos días en que recordaremos aquel último y trágico golpe de estado de 1976, parece que estamos alcanzando un sentido de nuestra historia que es imposible ya manipular, ocultar o enmascarar.

Así como la memoria de cada uno de nosotros nos construye como sujetos humanos, hay también una memoria que tiene que ver con el sentido que le damos a nuestra vida como conjunto y esa vida como conjunto, no es otra cosa que la historia de los pueblos, y en nuestro caso la historia de nuestro pueblo argentino.

En el programa anterior se leyó una editorial, elaborado por la Comisión de historia del Espacio Carta Abierta GBA Sur, que hace hincapié en la necesidad de producir, en este año del bicentenario, las relecturas de nuestra historia desde aquel 25 de mayo de 1810. Ahora bien, ¿porque investigar lo investigado, porque escribir lo escrito, porque decir lo dicho?

Porque se hace necesario deconstruir esa gran estafa escrita en los manuales sarmientinos de ayer y las clarinadas diarias mentirosas de hoy, que secuestraron y hoy hacen desaparecer una parte de nuestra identidad haciéndonos sentir como una sociedad autohumillada y desdeñosa. Casi sin ningún tipo de enlace entre los tiempos presentes y pasados. Es decir bajo el influjo de los intereses de un modelo de país dependiente basados en delitos sociales para consolidar posiciones de privilegio y sostener la piratería económica que permite acumular poder siempre en manos de unos pocos.

Pero llega a veces una instancia en la vida de los hombres y de los pueblos donde la madurez impone la necesidad de iluminar oscuridades, porque entre las tinieblas solo podemos deslizarnos por la vida con molestia, dificultad, miedo, y dolor.

Desde el mes de enero hasta nuestros días se puede enlazar vertiginosamente el presente político y nuestro pasado.

Vamos a hilar entonces estos sucesos ya conocidos:

Creación del fondo del bicentenario por parte de la presidenta Cristina Fernández, para pagar deuda pública, a través de un decreto.

. Negación del por entonces presidente del Banco Central Martin Redrado, en llevar adelante la orden del ejecutivo.

. Pedido de renuncia del funcionario que desoye una medida, actitud inédita, quien además se amotina en su despacho.

. Fuerte embestida mediática y del bloque opositor, en contra de la presidenta y en defensa de Redrado.

. Intento de golpe institucional, a la hondureña, planteado en el ámbito judicial con una denuncia, para frenar la propuesta del ejecutivo, defender al amotinado Redrado y abrir una causa penal a la Presidenta.

. Denuncia que cae, Oh casualidad!!en manos de la Jueza Sarmiento que da curso en forma urgente, como si hubiera estado esperando en la puerta del despacho, esa demanda que solo retrasó y complicó la labor del ejecutivo.

. Luego de esta chirinada judiciosa, la presidenta retira el decreto de creación del fondo del bicentenario. Y la cuestión del pago de la deuda con reservas del banco central vuelve al ámbito de la discusión política parlamentaria.

. Redrado queda al fin fuera de la presidencia del BCRA y se produce la designación de Mercedes Marco del Pont y todo lo que pasó con ella que en nuestra editorial del lunes pasado referimos.

Pero para concluir, este viernes pasado nos desayunamos con la noticia del pedido de detención del represor, torturador y experto en picana, Coronel Luis Alberto Sarmiento, sobre delitos que se remontan desde 1972 y tienen su continuidad en la dictadura del 76. Este represor es el padre de nuestra Señoría la jueza María José Sarmiento, quien parece desempeñarse como experta colaboradora en actuar en defensa de los intereses antinacionales de la llamada oposición política. Pero además este coronel es el padre del abogado también llamado Luis Sarmiento que ya lo conocíamos como experto en defender represores, ¡¡¡que familia de expertos!!!

Entonces queda a la luz esta trama en la que los tiempos se entrelazan de tal modo que todos nosotros participamos. Aquella trama histórica que arranca muy lejos en nuestro pasado y que inicia esa puja entre nuestra vocación de soberanía política, de nación libre y justa y esos intereses mezquinos que siguen pensando y actuando para un modelo de país flaco, para una sociedad desigual en oportunidades y sobre todo afines al exterminio físico, al genocidio.

Hoy mismo, las declaraciones de represores de ayer y de personajes del entramado político delincuencial actual, expresan ese modelo de país dependiente. El tigre Acosta jefe de torturadores de la Escuela de Mecánica de la Armada reconoce que se equivocaron por no haber matado a todos. Y los que además piden una amnistía, se ponen del lado de la antipatria aunque se autodenominen justicialistas, argumentando una pacificación basada en el perdón. ¿Pero en el perdón de qué? Si como dijera la compañera Liliana, los Videla y los Massera jamás se arrepintieron ni pidieron ser perdonados por lo que hicieron, es más, sus subalternos con o sin uniforme, solo se arrepienten de no haber sido más efectivos en su plan de mantener ese país colonial. Es decir el modelo de país oligárquico - financiero regado con sangre e injusticia social.

En síntesis, el rol protagónico que adquiere hoy el poder judicial de la Nación, nos presenta dos caras bien demarcadas, con propósitos antagónicos. Una justicia con jueces que se definen a favor de los reales intereses de un conjunto, que garantizan un vivir en igualdad de derechos y deberes, y que afrontan con valentía las causas de crímenes de lesa humanidad. Y otros jueces como los Bergessio, Jacobucci que actúan desembozadamente como defensores de la acusada Ernestina Noble de apropiamiento de niños, tocando el Clarín para frenar y obstaculizar el proceso judicial. A lo que se suma la señora jueza Sarmiento, que no solo tiene rubricada su subjetividad por el apellido del padre; sino que además lleva, como una marca en el orillo, el apellido de aquel otro que pensaba que para que seamos dignos y civilizados debíamos mirarnos en el espejo de un imperio poderoso y ser alegremente colonizados.

Tantos años de historia argentina se condensaron en tres meses, al parece poco para la historia de los pueblos, pero en este caso mucho para la historia de nuestro pueblo.

Escrto por Julio Cesar Rios

22 de marzo del 2010

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